Las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en el mundo. En lo que se refiere específicamente a la mujer, una de cada tres, en edad postmenopáusica, muere por esta causa. Lamentablemente ocho de cada diez desconoce esta realidad, por lo tanto no se encuentra en condiciones de prevenirlo.
Hoy se sabe que la enfermedad cardiovascular no es patrimonio de los hombres como se creía antes y que la diferencia sólo radica en que ocurre más tarde en las mujeres, pero con igual o mayor severidad.
Las manifestaciones clínicas que comienzan a hacerse evidentes en la menopausia, representan una enfermedad que se ha ido generando en forma silenciosa desde mucho tiempo antes acontecidos por los denominados factores de riesgo no controlados. En cuanto a estos, en la mujer, aparte de los tradicionales como hipertensión arterial, colesterol elevado, diabetes, tabaquismo, hay que sumarle los propios su género. Como ejemplo de ello tenemos a la enfermedades reumáticas ya que son más frecuentes en las mujeres, alteraciones como el ovario poliquístico, menarca tardía, menopausia precoz, las complicaciones durante el embarazo y el parto, la quimio y la radioterapia en cáncer torácico son propias de la mujer.
Por otro lado, una característica distintiva en la mujer es la forma en que los síntomas de la enfermedad cardiovascular se manifiestan, dificultando muchas veces el diagnóstico, así como el curso y el pronóstico de la enfermedad.
Todo lo anterior obliga a que cada contacto de la mujer con el sistema de salud sea una oportunidad para indagar sobre los factores de riesgo tradicionales y los propios del sexo femenino. Trabajar en equipo debe ser una premisa entre los distintos especialistas que asisten a las mujeres, aconsejando un estilo de vida saludable, corrigiendo los factores que aumentan el riesgo de padecer enfermedad cardiovascular, pesquisando los síntomas tempranos para intervenir en el momento oportuno y prevenir secuelas que pueden ser irreversibles.
El Grupo Penta, en los centros donde se desempeña, cuenta con el personal capacitado, el equipamiento de última generación y la infraestructura necesaria para dicho abordaje.
Objetivo buscado
Conocer la importancia del control periódico de las mujeres, el trabajo en conjunto con distintas áreas y las herramientas de diagnóstico y tratamiento disponibles.
Aspectos principales
- Reconocer factores de riesgo o situaciones que pueden actuar como gatillo para desencadenar la enfermedad cardiovascular.
- Tratamiento de los factores de riesgo en forma precoz.
- Educación para la compresión de la importancia de los pilares del tratamiento.
- Generar el concepto de autocuidado y estilo de vida saludable.
Población que abarca el programa
Mujeres de todas las edades: Este programa ha sido elaborado para prevenir el desarrollo enfermedad cardiovascular en la mujer, optimizando las estrategias farmacológicas como no farmacológicas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las pacientes, evitando enfermedad y discapacidad.
Incluye
- Consulta cardiológica que comprende la anamnesis, examen físico y exámenes complementarios;
- Determinación de edad arterial y cálculo de riesgo cardiovascular;
- Interconsulta con otras especialidades como diabetología y nutrición;
- Plan de ejercicio;
- Estudios complementarios.
Estudios Cardiovasculares
- Electrocardiograma.
- Ecocardiograma Doppler.
- Test para evaluar capacidad funcional: Ergometría
- Holter de 24 horas.
- Presurometría.
- Otros: Análisis de laboratorio que incluyan: hemograma, función renal, ionograma, hepatograma, coagulograma, perfil lipídico, perfil tiroideo, parámetros nutricionales, metabolismo del hierro, orina completa etc., radiografía de tórax.
Validez
Se recomienda una evaluación anual siempre que no se observen alteraciones que deban ser corregidas y reevaluadas periódicamente.